Siempre he soñado con ser mayor y llevar conmigo un bonito bolso de piel* y en mis viajes una bolsa de viaje de cuero marrón o una maleta de modelo viejuno como las de antaño. Sí, ese tipo de equipaje que parece que has viajado mucho porque el modelo es antiguo y esos bolsos llamados por las revistas de moda "bolso joya" que siempre llevas a todas partes y que se muestra armónico con todo tu vestuario.
Para el trabajo sueño con llevar también "a juego" una bonita funda para mi ordenador personal.
Y a propósito de este principio de reflexión incluiré un cuento.
En su cabeza se había creado una idea de la universidad como la de muchos otros. Esa etapa de la vida en la que uno es ya adulto tanto en c
uerpo como en mente (¿idílico no?), una etapa en la que uno se toma en serio su futuro... pero lo que se encontró no fue eso. Para la gran mayoría de estudiantes la universidad es la siguiente fórmula matemática: universidad= tias y tios buenos+ fiestas+independizarse multiplicado por mojar el churro.

Él eligió su vestuario que le cambiaría por fuera y le llevaría a la nueva etapa. Como calzado unas chanclas (nada de unas chanclas de goma de colores) y su trasero vestido con unas vermudas chinas a lo más estilo chico tenista y jugador de golf en la moraleja. Todos pensaréis que vestiría un polo por camiseta pero una T-shirt de algodón básica fue lo que cubría su torso. Para completar, una americana, gafas de sol y un portafolios de cuero con asa.
Y yo al escuchar la historia sentí envidia. Porque llevo dos años en la universidad y tampoco es que me haya atrevido a cambiar demasiado de look. Lo máximo, usar zapatos con pequeño tacón o unos polvos de maquillaje los días en los que mi cara adivinaba estrés y cansancio. Ah, y bueno renuncié a vestir con pantalones de chándal.
En mis escasos viajes siguen sin haber las maletas de las que comencé hablando. Y ahora pensándolo fríamente o razonablemente, el cómo sean las maletas es poco relevante. ¿No será lo importante de un viaje la experiéncia y todo aquello que nuestros ojos van a ver y lo que se va a aprender? Me da la ligera impresión de que sí. Pero el mundo es materialista, queremos lo que no tenemos y soñar es gratis.
*Me considero una protectora de los animales a muerte por lo que si algún día consigo comprar un bolso. bolsa de mano o maleta ya me ocuparé de conseguir una que emule el brillo de la piel autética pero que sea una buena imitación.
Respecto a las fotografías... :D
Me llevó toda una tarde de ojear y hojear revistas para encontrar las maletitas de colores. Tras desaparecer sin rastro las páginas donde se encontraban, continué la búsqueda por la web. Cansada lo dejé hasta hoy. Y me ha sorprendido encontrarlo en un blog del diario El Mundo, y ya no tanto en el blog de su revista gratuita de los findes Yo Dona. El año del lanzamiento de las dichosas maletas fue en 2006 y la marca d elas mismas es Longchamp por si estáis interesados/as.
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