viernes, 25 de julio de 2008

Los estados...

Algo así es lo que me ocurre casi constantemente:


La literatura se le escapaba a modo de aguja entre los dedos, porque nunca había sido capaz de escribir nada.

Advertía con tanta claridad como espanto cómo del ordenador portátil que le habían regalado emergían fuerzas maléficas que lo repelían lejos del infernal artefacto.

Probó con una máquina de escribir [...] pero el efecto repulsivo era equivalente, y carecía de la gracia que suponía enchufarla, abrir los archivos, admirar los animados iconos que parpadeaban en el escritorio de la pantalla.

Utilizando un bolígrafo tampoco llegó más que a esbozar algunos posibles títulos y primeras frases de la futura gran novela.

[...] le recitó unos versos de Marcial (Marco Valerio Marcial) que [...] le iban al pelo:

Sertorio nunca termina las cosas,
aunque comienza un centenar.
Cuando jode me pregunto
si es capaz de terminar.

Ángela Vallvey, Los estados carenciales.

PD: Te quiero.


De la mano de Richard LaGravenese nos llega este dramón. El film logra crear una gran congoja en los telespectadores. No es de extrañar que los guiones de El hombre que susurraba a los caballos, El rey pescador, Los puentes de Mádison o la reciente Diarios de la calle, sean obra del estadounidense LaGravenese. Hillary Swank supera su interpretación merecedora de un Oscar en 2004 por Million dolar baby. De una chica dura en un mundo de hombres como el boxeo pasa a vestirse de señorita a la que le apasionan los zapatos, le gusta hacer planes y a la que su trabajo no le motiva. La dureza de la pérdida de un ser querido se intenta tratar con ternura sin escatimar en momentos de pura desesperación donde la añoranza y el recuerdo juegan las irremediables malas pasadas a la protagonista. Un drama amoroso y esperanzador para todos. No apto para sensibles, sentimentales y llorosos. Cabe señalar que la cinta esta basada en la novela de Cecelia Ahern, P.D.: I love you.


Curioseando por Google encontre esto en http://www.cinestrenos.com/verficha.asp?Codigo=2852 :


Hillary Swank sufrió un pequeño incidente durante el rodaje cuando a Gerard Butler se le enganchó un tirante (en una escena en la que le Gerry le hace un striptease a su mujer) y la goma salió disparada hacia la actriz con tanta fuerza que hubo que coserle varios puntos en la frente.

jueves, 24 de julio de 2008

Algo así como el blog de Carrie Bradshaw de Sexo en Nueva York





La actriz protagonista de la triunfadora serie de televisión Sex and the City, Sarah Jessica Parker, vivía a costa de las venturas y desventuras amorosas de sus tres amigas Samantha, Charlotte y Miranda. Debido a dos días de intentar ponerme en la piel de una compañera y estando estancada bajo un pesado lodo de calor veraniego que me impedía tener alguna idea para postear, he decidido tirar de su historia. No tengo fama de ser una buena consejera. Lo máximo que llego a transmitir a quien me pide opinión es: no seas tan cruel y suaviza un poco; no pienses de manera negativa, ¿quién sabe si él no...?; pasa de todo tía; intenta pasar hoja; puedes hacer esto o lo otro (cuanto ella te está pidiendo opinión porque no sabe qué cosa elegir XD).



Pueden contarme de todo y soy una tumba pero para las opiniones...muy malamente.



Lo peor de la indecisión es ser conciente de que sabes que no llegarás a tomar un camino u otro. ¿Es eso estancarse? No tiene porqué. Si te dan a elegir entre algo y no te decides por una ni por otra o quieres las dos, busca otra alternativa y tira esas a la basura. Pero luego siempre caes en el arrepentimiento. Nunca podrás saber qué podría haber ocurrido de haber elegido una y no la otra. No somos omnipresentes, no podemos estar en todas partes, nuestro cuerpo no puede estar en varios sitios a la vez. Si tu ex novio después de un tiempo de terminar te pide abrazos a los cuales tu te derrites y se te cae la baba ante su cara de gatito de Shrek, es normal que no dejes de pensar en él. Cuando no quieres tener nada con nadie te llueven los pretendientes y te hacen hacer equilibrios sobre un hilo finísimo. Y es en ese momento cuando tu mente empieza a vagar por caricias, besos y palabras subidas de tono, haciéndote enloquecer y la mayoría de veces caes borracha en las garras de la lujuria que va precedida de un largo y doloroso arrepentimiento. Pero ella encuentra en otras personas y en las actividades no rutinarias el analgésico a la comida de tarro y a la indecisión. Y así logra superar una vez más esos instantes que le saturan.

miércoles, 23 de julio de 2008

1 canción, un momento.


Viaje a Grecia.

Canción: You’ll say the words that I can’t say

Bizarre love triangle


Every time I think of youI get a shot right throughInto a bolt of blueIt’s no problem of mineBut it’s a problem I findLiving the life that I can’t leave behind
There’s no sense in telling meThe wisdom of a fool won’t set you freeBut that’s the way that it goesAnd it’s what nobody knowsAnd every day my confusion grows
Every time I see you fallingI get down on my knees and prayI’m waiting for the final momentYou’ll say the words that I can’t say
I feel fine and I feel goodI feel like I never shouldWhenever I get this wayI just don’t know what to sayWhy can’t we be ourselves like we were yesterday
I’m not sure what this could meanI don’t think you’re what you seemI do admit to myselfThat if I hurt someone elseThen I’ll never seejust what we’re meant to be
Every time I see you fallingI get down on my knees and prayI’m waiting for the final momentYou’ll say the words that I can’t say
Every time I see you fallingI’ll get down on my knees and prayI’m waiting for the final momentYou’ll say the words that I can’t say


sábado, 12 de julio de 2008

¿Y si no pasa el tiempo?


En doce horas de rondar por un mismo lugar se pueden hacer muchas cosas a la vez que dejas sin hacer muchas otras. Se pueden ver muchas cosas, tu cuerpo puede tomar posturas varias y tu mente puede vagar por los temas más absurdos que jamás podrías haber imaginado. Mientras espantaba moscas y miraba empanada algún punto fijo, el resto de personajes que pasaban a mi alrededor dirigían sus pasos hacia algún lugar determinado y previsto, de manera contraria a lo que mis zapatillas negras Nike hacían cuando se movían pausadamente. Después de dos largas horas, me di cuenta de que mi recorrido era monótono y en triángulo. En algún momento en el que tu mente empieza a maquinar llegas a pensar en el qué pensarán el resto de trabajadores a los que estaba a tiro. Cansada de ser la paleta ahí plantada pensé que podía ser peor y que en realidad aunque yo también estaba trabajando, ellos tenían más cosas que hacer y que no podían estar pendientes de mí todo el tiempo. En primer lugar, su jornada laboral no duraba ni de lejos las doce horas que completé yo misma ininterrumpidamente. Además tenían que estar atentos/as a otros quehaceres, por lo que yo tenía ventajas sobre ellos en lo que se refiere a observarles. Esto creaba en mí una sensación de poder. Yo puedo mirarte todo el tiempo y tú no, já. Y bueno, el salario que recibiría a cambio de todas esas ciertas incomodidades, que he ido comentando y puede que aún siga relatando, me daban fuerzas para no chincharme. Sin lugar a duda era mayor que el que recibían prácticamente todos los currantes del centro comercial, a excepción de los jefes que estaban contados con los dedos de un pie.
Un consejo que leí en alguno de los libros de Marian Keyes, y que ahora lo tengo en cuenta siempre que pienso que algo va mal: piensa que podría ser peor.
- Aquello que vigilabas podía haber sido profanado por un niño gamberro.
-Los tios chulosplaya podrían haber pasado el rato tirándote los trastos.
-La agencia podía haberte dicho que lo estabas haciendo mal.
-Te podrías haber puesto mala malísima del estómago, bajo vientre o cabeza, desmayándote y armando el número.
-Podrías haber muerto de calor por la falta de aparato de aire acondicionado.

En estas ocasiones la visita de amigos, los juegos del móvil y el mp3 cargado de horas de música y a ser posible de bateria (no como me ocurrió a mí, que mucha música pero poca carga), son las mejores soluciones para pasar largo tiempo de vigilante. Los minutos pasan lentos y las horas son eternas...y es aquí donde empiezas a pensar que has perdido un valioso tiempo de tu preciada vida y más aún si es verano. Pero, porque siempre hay un pero que lleva a algo positivo, la pasta es la pasta y el trabajo es el trabajo.

martes, 8 de julio de 2008

A las nueve de la mañana


Hacía no más de media hora que había remoloneado en la cama. Era verano y que el despertador perturbara su paz se salían de las expectativas de las vacaciones perfectas. Esa estación era para descansar y librarse de horarios. Llegó a la oficina de ahorros poco antes de las nueve. Pudo elegir entre quien le atendería. Entre una chica y un chico, optó por el segundo. Cuando se acercó a la ventanilla un jovenzuelo recién licenciado en empresariales le miró con cara de: ¿en qué puedo ayudarla? La chica saludó bajito y explicó la situación, mientras miraba a cualquier cosa que no fuera el rostro del joven banquero. Intentaba así que él no se fijara en sus ojeras y su pelo despeinado. Pero para poder escuchar al empresarial tuvo que mirarlo. El metacrilato que separaba al empleado y el público impedía que el sonido llegara algo lejano. Hasta el momento sólo había mirado su camisa. Era a rayas mayormente naranjas y acompañadas de blanco y azul. Le sentaba bien. Dejaba al descubierto unos antebrazos y parte de unos bíceps deaquellos brazos fuertes. La chica miró más allá de la camisa, algo más hacia el centro de la tierra. La mesa le tapó el campo de visión.

-Necesito tu DNI.

-Emm sí.

Las manos de la chica temblaron al sacar el carnet de la cartera.

Qué estúpida, pensó para sí misma. Si llego a saber que me encontraría con semejante ejemplar me habría maquillado, me habría peinado y me habría vestido de persona, continuó diciéndose.

Pero el chico también tenía bolsas en los ojos. Sin embargo su atractivo no se veía menguado.

Llegó el momento de despedirse.

-Ale ya está todo arreglado, fue la respuesta del potente ser.

Cuando la chica salió de la oficina, su mente perversa siguió maquinando. Imaginó otros finales como:

-La tarjeta está pedida y debería estar aquí mañana. Pero sí quieres asegurarte ven pasado mañana, le dijo él.

-Si me aseguras que estarás tú vendré cuando me digas, tendría que haber contestado ella en plan picarón.

Imaginar era gratis y mantenía la mente ágil y fresca.

jueves, 3 de julio de 2008

It´s real



Siempre pensó que en películas y novelas el amor se exageraba. Las miradas hacían saltar chispas; los besos eran delicados y jugosos; nadie se daba cuenta de sus filiteos descarados y las caricias producían escalofríos.


Cuando las manos de él tuvieron contacto con su cadera en forma de una caricia descuidada, ella lo sintió. Un escalifrío le recorrió la espalda y el vello de sus brazos se erizó. Cada centímetro de su cuerpo recordaba esa caricia. Ella sintió la mirada de él clavada en sus ojos, pero la joven no quería enfrentarse a ella. Finalmente no tuvo más remedio. Le miró. Y ambos se comprendieron a la perfección. Sin quererlo ella recordó todo aquello de lo que había intentado olvidarse durante meses. Y la melancolía hizo acto de presencia.