sábado, 28 de marzo de 2009

lunes, 16 de marzo de 2009

Un tipo encantador, Marian Keyes.


La apasionada de los cosméticos y la moda Marian Keyes nos deja poco antes de las vacaciones navideñas su última novela Un tipo encantador. Fechas perfectas para pedir que alguién que nos quiera hacer felices nos lo regale por el módico precio de 19,90 €. no es de extrañar que el volumen cuente con 766 páginas, teniendo en cuenta que para la autora es una dura misión escribir relatos cortos.

"La clave está en el nombre: son demasiado cortos. Cunado por fin empiezo a meterme en los personajes y la trama, es hora de acabarlos. De ahí que haya escrito tan pocos."


A lo largo de la novela encontramos los rasgos característicos de sus novelas: en los papeles protagonistas mujeres guerreras (algo así como el personaje de anti héroe por aquello de que no son perfectas), con probelmas por solucionar, ambientado en Irlanda y Gran Bretaña, y que tienen empleos relacionados con el mundo de la comunicación, periodismo y publicidad.


La estructura del libro se divide en 4 bloques, cada uno de ellos corresponde a una mujer. Dichos bloques van intercalándose unos con otros, al más puro estilo Babel o Crash, del director mexicano Alejandro González Iñárritu y el canadiense Paul Haggis, respectivamente.


Los temas a tratar durante los relatos son de lo más actuales y se dejan ver como la pura realidad de hoy: el maltrato, el corrupto mundo de la política o las enfermedades como el cáncer y el alcoholismo. Todo ellos marcado por la trama amorosa de líos, berrinches, rubor en las mejillas o flojera de rodillas que sufren las protagonistas.


Cuando comencé a leer Un tipo encantador, me dió la impresión de que ya había visto, leído o escuchado una historia parecida. La trama del retiro de Lola (una de los personajes principales) me recordó al filme The holiday y la asocié rápidamente con Cameron Diaz por el papel que esta desempeña en la misma.



De lectura es fácil y fluída Marian Keyes es especialista en lograr que te sientas identificada en algún momento del libro, si eres mujer, claro. M.K. ha hecho que me haga tazas de té a todas horas, me cobije bajo mis edredones y mantas de colores cuando más lo necesito, lea libros y revistas de moda a destajo y quiera a mi chico como nunca antes lo haya hecho con ningún tipo.


Para finalizar recomiendo leer la novela en casa. El volumen pesa bastante para llevarlo en el bolso de casa al trabajo o la universidad para leer durante el trayecto, a no ser que por la crisis hayáis dejado de acudir al gimnasio y os queráis mantener en forma por cuenta propia. En casa tened cuidado si leéis tumbadas en la cama. Llega un momento en el que la sangre deja de llegar a las manos y empezaréis a notar un ligero hormigueo, en el mejor de los casos. En el peor, os podéis quedar dormidas (no por el tostón de historia porque no lo es) y el libro puede aterrizar en vuestra cara. Aterrizaje a plomo del libro en la cara extraído de la propia novela.