domingo, 28 de septiembre de 2008

Normas playa


Lo prometido es deuda. La otra noche me acerqué a la playa en busca del nombrado cartel en la entrada sobre la multa por beber cerveza en la playa. He aquí la fotografía del mismo. Quedé un poco despagada puesto que en mi cabeza recordaba un cartel más grande con más prohibiciones, y por lo tanto un cartel que podía dar pie a otra entrada de mi blog...


domingo, 21 de septiembre de 2008

Equipaje de mano

Siempre he soñado con ser mayor y llevar conmigo un bonito bolso de piel* y en mis viajes una bolsa de viaje de cuero marrón o una maleta de modelo viejuno como las de antaño. Sí, ese tipo de equipaje que parece que has viajado mucho porque el modelo es antiguo y esos bolsos llamados por las revistas de moda "bolso joya" que siempre llevas a todas partes y que se muestra armónico con todo tu vestuario.

Para el trabajo sueño con llevar también "a juego" una bonita funda para mi ordenador personal.

Y a propósito de este principio de reflexión incluiré un cuento.

En su cabeza se había creado una idea de la universidad como la de muchos otros. Esa etapa de la vida en la que uno es ya adulto tanto en cuerpo como en mente (¿idílico no?), una etapa en la que uno se toma en serio su futuro... pero lo que se encontró no fue eso. Para la gran mayoría de estudiantes la universidad es la siguiente fórmula matemática: universidad= tias y tios buenos+ fiestas+independizarse multiplicado por mojar el churro.


Él eligió su vestuario que le cambiaría por fuera y le llevaría a la nueva etapa. Como calzado unas chanclas (nada de unas chanclas de goma de colores) y su trasero vestido con unas vermudas chinas a lo más estilo chico tenista y jugador de golf en la moraleja. Todos pensaréis que vestiría un polo por camiseta pero una T-shirt de algodón básica fue lo que cubría su torso. Para completar, una americana, gafas de sol y un portafolios de cuero con asa.


Y yo al escuchar la historia sentí envidia. Porque llevo dos años en la universidad y tampoco es que me haya atrevido a cambiar demasiado de look. Lo máximo, usar zapatos con pequeño tacón o unos polvos de maquillaje los días en los que mi cara adivinaba estrés y cansancio. Ah, y bueno renuncié a vestir con pantalones de chándal.


En mis escasos viajes siguen sin haber las maletas de las que comencé hablando. Y ahora pensándolo fríamente o razonablemente, el cómo sean las maletas es poco relevante. ¿No será lo importante de un viaje la experiéncia y todo aquello que nuestros ojos van a ver y lo que se va a aprender? Me da la ligera impresión de que sí. Pero el mundo es materialista, queremos lo que no tenemos y soñar es gratis.



*Me considero una protectora de los animales a muerte por lo que si algún día consigo comprar un bolso. bolsa de mano o maleta ya me ocuparé de conseguir una que emule el brillo de la piel autética pero que sea una buena imitación.
Respecto a las fotografías... :D
Me llevó toda una tarde de ojear y hojear revistas para encontrar las maletitas de colores. Tras desaparecer sin rastro las páginas donde se encontraban, continué la búsqueda por la web. Cansada lo dejé hasta hoy. Y me ha sorprendido encontrarlo en un blog del diario El Mundo, y ya no tanto en el blog de su revista gratuita de los findes Yo Dona. El año del lanzamiento de las dichosas maletas fue en 2006 y la marca d elas mismas es Longchamp por si estáis interesados/as.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Desquitarse



Tantas horas pasaba en el trabajo que tenía que buscar una válvula de escape de alguna manera. No podía hablarle sobre sus problemas, enfrentamientos e iras contenidas a sus compañeras. Si había algo que no hacía acto de presencia allí, era la confianza y el saber guardar secretos. Unos a otros se ponían de mil colores y no precisamente de rosa.
En cuanto ya no podía más se escapaba al wc. Quizás no era el mejor lugar para respirara hondo, pero trataba de tranquilizarse. Sacaba de su bolsillo un pedazo de papel, y escribía aquello que le comía por dentro. Y así lo exteriorizaba y se sentía mejor. El ritual terminaba cuando sus manos arrugaban el papel y lo tiraba a la papelera.
Lo que ella no sabía era que alguien descubrío un día uno de los recortes...

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Cerveza fresquita + playa= 750 euros






Confieso no haber estado demasiado informada durante los meses de verano, pero hoy mientras comía y leía el diario gratuito 20 minutos de ayer ( XD ) he encontrado algo digno de una entrada de mi blog. Como podéis ver el titular es el siguiente: Beber una cerveza en la playa puede costar 750 € de multa

El consumo de alcohol en la calle está prohibido a pesar de que se sigan practicando los famosos botellones y macrobotellones en parkings y zonas de ocio.

Pero ¿qué será del ritual de tomarse una cerveza bien fría bajo tu sombrilla y sentado frente a la mesa de camping con tus amigos y familiares en un día de playa?

¿Qué pasa con los domingueros que se arman de sillas y mesas plegables, colchonetas, cenadores para guarecerse del sol y neveras cargadas de hielo que acuden a la playa a pasar el día?

La cerveza, tras ser demostrado por distintos estudios, es una bebida saludable y recomendada en la dieta mediterránea. 4 a 7 grados tienen las cervezas convencionales convirtiéndose así en la bebida alcohólica de menor graduación. De esta manera no acepto las justificaciones de dicha sanción: consumo indiscriminado y no controlado por menores, basuras y desperdicios.

  • Consumo indiscriminado y no controlado por menores: En mi opinión esto sucede con la práctica de los botellones y no porque un niño vea que sus padres toman unos quintos a pie de playa.
  • Basuras y desperdicios: Esto es un asunto de la educación que haya recibido cada individuo. Siempre habrá guarros que enterrarán bricks, bolsas y cigarros en la arena considerando las papeleras situadas en las playas como adornos decorativos. Beber cerveza en la playa no nos hace más cerdos.

También me gustaría destacar la frase de "se prevé en lugares autorizados, como chiringuitos". No deja de ser la parte monetaria del asunto=NEGOCIO.

Señoras y señores la playa es un sitio PÚBLICO donde sí, es cierto, hay ciertas normas y restricciones como prohibido bañarse con bandera roja, prohibido perros y otras (próximamente colocaré un cartel de todas las restricciones). Llegará el momento en el que los accesos a las playas y costas esté previsto de arcos detectores de metales y armas, donde policías registren los bolsillos de los bañadores de los turistas y ciudadanos...

Y ahora crucemos dedos para que la magnífica idea no se contagie al resto de playas y costas.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Seminario "Los retos de los medios de comunicación frente a la violencia de género"

Con motivo de mi asistencia a dicho seminario organizado por el Departamento de Teoría de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Valencia, La nave de los Estudiantes y el Grupo investigador multidisciplinar en Violencia de Género, dedicare unas cuantas entradas al mismo.




Desde el material proporcionado hasta las conclusiones sacadas durante el mismo y parándome en asuntos quizás algo fuera de contexto en este tipo de eventos.




En el primer episodio de esta crónica relataré los materiales entregados a los asistentes, así como la toma de contacto con el lugar del desarrollo del seminario.




Este seminario forma parte de una serie de cursos y talleres del programa "Cursos de estiu" que ha propuesto la Universidad de la ciudad de las fallas. La gran mayoría de estos se imparten en el campus Tarongers y en el Aulari, a excepción de nuestro seminario. De esta manera tras rastrear en Google Maps la ubicación del Colegio Mayor Rector Peset y trazar un camino sin pérdida desde la estación del Norte, me dirijo al mismo. Me sorprendo al llegar en el primer intento sin necesidad de sacar mi fotocopia del mapa Google Maps. Como es pronto espero en la puerta un ratito haciéndome la interesante con mi móvil. Cuando ya veo que otras personas van entrando atravieso la gran puerta del Colegio Mayor. Dos jóvenes con estilo moderno (chica con pelo cortito y chico con cara simpática, ambos con gafa pasta) presiden una mesa llena de panfletos.


Busco un sitio donde sentarme. Examino un poco el hall. Desde el sofá se ve la cafetería donde unos cuantos trajeados toman un cortado.


Se me ocurre la idea de acercarme al stand de los jóvenes por si resulta que nos van a hacer entrega de algún tipo de material y sobretodo para que tengan en cuenta mi asistencia.


Pregunto en valenciano no sé muy bien porqué. Me apuntan y me entregan lo siguiente: Una carpetita de cartulina que contiene un tríptico sin doblar y fotocopiado con el programa del seminario (¡viva el ahorro!), una carta de bienvenida y agradecimiento en valenciano y un valioso volumen sobre legislación: Ley de protección integral contra la violencia de género, de Elena Martinez García. ¡Quién lo hubiera pillado antes para mejorar mi dossier de prensa en Redacción Informativa! ¿Qué eché en falta? Un bolígrafo. Me encantan los bolígrafos corporativos y de publicidad. En mi universidad en todos los cursos o seminarios a los que he asistido han dado bolis...También habría sido un detalle entregar en la carpetita unos cuantos folios en blanco o con el logotipo de la Universidad de Valencia. A pesar de ello me parece correcto el material ofrecido. y quién sabe si durante los próximos días se nos entrega alguna cosilla más.




Sobre el salón de actos apuntar que es un lugar algo extraño pero con un estilo nunca visto por mis ojos. Una estancia no demasiado grande, con su tarima, 2 puertas y un techo en dos partes a distintas alturas con una textura como de hormigón y con forma de tableta de chocolate invertida. Esperaba que fuera una grande sala con sillones superacolchados en plan cine pero encontré sillas. Eso sí aterciopeladas y de un azul marino suavísimas y comodísimas. En el hall hacía calor. En el salón de actos frío.




Decidí sentarme a eso de la mitad del aforo y con la pared como compañera derecha. ¿Muchos asistentes? Había sillas libres. A ojo yo diría que unas 40 personas.




¿Ambiente? Acogedor.




Y hasta aquí la primera crónica.




viernes, 5 de septiembre de 2008

In Stile


El siguiente escrito trata sobre una marca de zapatos: Camper.

En la imagen de marca destaca la creatividad plasmada en cada modelo del catálogo. Pero sin duda se apuesta por la calidad de los materiales (piel)* y la comodidad, más que por las posibilidades que ofrece a la hora de combinar el calzado con la ropa. ¿Por qué? Porque parte de sus modelos son cantosos, coloridos, y con mezclas de tejidos. El precio es una de las características que nos invita a adivinar cuál es su público objetivo.

Son aquellos consumidores que pierden la cabeza por los zapatos y a los que le dan mucha importancia vestir sus pies con algo distintivo y poco habitual. No hace falta que en ellos se estampe en gigante CAMPER para saber que es un zapato camper lo que lleva este/a, ese/a o aquel/la.

Viajo mucho en tren y me gusta fijarme en el calzado que utiliza la gente. Cuando veo a alguien con unas Camper, pienso: -¡Guay!

Porque es algo que no se ve con tanta frecuencia. Supongo que como la mayoría de accesorios caros de marcas elitistas. Estamos hartos de ver a la gente con zapatillas iguales del imperio Inditex. La única marca que ha logrado sobrevivir a la barrera de los altos precios y conseguir que todo el mundo les compre ha sido CONVERSE. Las míticas zapatillas de basket son llevadas por informáticos, famosos, presentadores de Tv, Emo´s, Punkys, Pijos... hasta aborrecernos.


En la fotografía, Zac Efron con lo que aparentemente parecen unas Camper. 165 euros.





*Piel buena pero, por propia experiencia, si es piel tintada destiñe.