sábado, 19 de septiembre de 2009

Leer me gusta. Porque me hace pensar. Me hace reflexionar. Practicar la lectura me hace relacionar, crear paralelismos entre las cosas, conocer mejor a las personas o más bien a los distintos tipos de personas, a saber controlar ciertas situaciones, a anticiparme a los hechos, a conocer lo que quizá nunca llegara a conocer en mi existencia. A relacionar situaciones con personas, a identificar. A ver que la ficción no está lejos de la realidad.

He citado varias veces a Marian Keyes en mis entradas. Volveré a hacerlo.

-Porque no es lo correcto. Y será mejor que entres en razón. No puedes estar sola, me necesitas. ¡Piénsalo!

Esto es lo que contesta un casi marido a su casi esposa. La patética razón, es el hecho de que el varón no acepta que su casi prometida trabaje en un puesto de poder y gane más dinero que él.

Y lo peor es que muchas mujeres al pensar sobre quedarse sola, llegan a la conclusión de que sería su fin, que no lo soportarían.

Si quieren saber más sobre cómo termina la historia original de Keyes, vayan rápido al capítulo La verdad está ahí fuera incluído en Bajo el edredón.

Lean y reflexionen. Y si lo ven necesario, escriban.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Ya llega

Se despertó cuando el sol todavía no se colaba por los lunares de su persiana. Sus pies descalzos sobre el piso daban saltitos para evitar el frío y repentino contacto. El pasillo le ofreció una bocanada de ese aire que huele a lluvia, a tierra mojada. Estaba llegando.
La otra noche al meterse en el coche para volver a casa echó mano de su cardigan rojo de punto. Otra, sus manos giraron rápidamente la ruleta del aire acondicionado de su coche hasta la raya roja. Las perlas que colgaban de las partes desnudas de su cuerpo se secaron al instante.
Y hoy cuando llegó a casa y se colocó ante su ordenador, escuchaba los truenos y las gotas caer. Una bola negra con ojos color miel se arrellanó en su regazo. Le regaló un rato de calor y vibraciones a cambio de mimosas caricias.
La temporada de lluvias previas al otoño se presentaba y le animaba a tumbarse bajo una fina colcha y pasar horas leyendo. Leyendo y escuchando su propia voz en la mente. La banda sonora quedaba en manos de las gotas que se precibitaban contra el cristal.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Salvajemente

Dos amigas se encuentran en la calle. Después de los típicos saludos de cortesía la conversación ya no daba para mucho. Una exclama:

-¡Pero tía ¿y eso?- mientras señala un minimoratón en el brazo.
-Ha, ha y porque no me has visto las rodillas.
La amiga mira con cara de sorpresa, pensando no se a qué se refiere.
-¿Y eso?- repite nuevamente. La sorpresa le ha dejado sin otro repertorio para preguntar.
-Pues de chupar pol*as.

La amiga intenta no hacerse la sorprendida y suelta un bajito ah... de ya se ha descubierto el pastel.

Sin duda su amiga había tenido una velada de lo más salvaje y expontánea.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Cuevas de Aladino

Y un día ella y su madre visitaron Gibraltar u descubroeron una sucuersal de Marks and Spencer. Pese a estar rodeadas de Marks and Spencers en casa, se pusieron como locas. (Eso también constituye una característica vacacional en mi caso: tiendas que puedo visitar cuando me aptece en casa, me parecen de repente Cuevas de Aladino llenas de cosas maravillosas).


Extraído de la novela Bajo el edredón, de Marian Keyes.


Se sintió identificada con lo que leía. En su viaje a la ciudad Condal cierto era que pensaba comprar porque se había llevado todos sus ahorros y no para pagar el ticket al bus turístico precisamente. Pero lo que le sorprendió fue entrar en tiendas que normalmente visitaba en su zona y al verlas señalarlas como si fueran lugares inaccesibles para ella en su tierra. Al mismo tiempo cuando salió de las fronteras de su país también se sorprendía cuando éncontraba un cartel luminoso que le era familiar. ¿De nada había servido que estudiara marketing, sociología del consumo, entre otras? Sí, pero ¿qué tiene de malo? Si esa reacción va unida a una subida de adrenalina y felicidad, nada tiene de malo...