domingo, 13 de septiembre de 2009

Ya llega

Se despertó cuando el sol todavía no se colaba por los lunares de su persiana. Sus pies descalzos sobre el piso daban saltitos para evitar el frío y repentino contacto. El pasillo le ofreció una bocanada de ese aire que huele a lluvia, a tierra mojada. Estaba llegando.
La otra noche al meterse en el coche para volver a casa echó mano de su cardigan rojo de punto. Otra, sus manos giraron rápidamente la ruleta del aire acondicionado de su coche hasta la raya roja. Las perlas que colgaban de las partes desnudas de su cuerpo se secaron al instante.
Y hoy cuando llegó a casa y se colocó ante su ordenador, escuchaba los truenos y las gotas caer. Una bola negra con ojos color miel se arrellanó en su regazo. Le regaló un rato de calor y vibraciones a cambio de mimosas caricias.
La temporada de lluvias previas al otoño se presentaba y le animaba a tumbarse bajo una fina colcha y pasar horas leyendo. Leyendo y escuchando su propia voz en la mente. La banda sonora quedaba en manos de las gotas que se precibitaban contra el cristal.

No hay comentarios: