jueves, 3 de septiembre de 2009

Cuevas de Aladino

Y un día ella y su madre visitaron Gibraltar u descubroeron una sucuersal de Marks and Spencer. Pese a estar rodeadas de Marks and Spencers en casa, se pusieron como locas. (Eso también constituye una característica vacacional en mi caso: tiendas que puedo visitar cuando me aptece en casa, me parecen de repente Cuevas de Aladino llenas de cosas maravillosas).


Extraído de la novela Bajo el edredón, de Marian Keyes.


Se sintió identificada con lo que leía. En su viaje a la ciudad Condal cierto era que pensaba comprar porque se había llevado todos sus ahorros y no para pagar el ticket al bus turístico precisamente. Pero lo que le sorprendió fue entrar en tiendas que normalmente visitaba en su zona y al verlas señalarlas como si fueran lugares inaccesibles para ella en su tierra. Al mismo tiempo cuando salió de las fronteras de su país también se sorprendía cuando éncontraba un cartel luminoso que le era familiar. ¿De nada había servido que estudiara marketing, sociología del consumo, entre otras? Sí, pero ¿qué tiene de malo? Si esa reacción va unida a una subida de adrenalina y felicidad, nada tiene de malo...

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