Si aún no lo habéis experimentado...

...deberían oler la hierba recién cortada, hay quien dice que huele a sandía. Pero...que levante la mano quien huela esponjas. No sabéis lo que os perdéis. Y ¿Qué me decís de aspirar profundamente el aire preso en una casa cerrada durante algún tiempo? Intentaré describirlo: es algo así como olor a humedad, mezclado con olor a madera. Y para terminar con los olores, existe el olor característico de las piscinas cubiertas. Lo encuentras nada más entrar a la recepción de la misma y va aumentando conforme pasas a los vestuarios donde te vas encontrando a su vez, con ese vaporcillo que forma nubes poco pesadas y que suben al techo. Ese olor a lejía y agua (aún siendo inolora). El aire que expulsan los aires acondicionados también me agrada. Es fresco pero es especial. Desgraciadamente el aparato de mi casa no huele así. No huele simplemente. Pero el de las tiendas y despachos de médicos y abogados sí. Cuando me encuentro disfrutando de esos pequeños placeres olfativos me acuerdo del libro El perfume.

Las estaciones del año también huelen de manera característica. El verano huele a crema del sol; el otoño a lluvia; el invierno a estufa, serrín del Belén y chocolate caliente; la primavera huele mal para los alérgicos y huele muy bien para los enamorados.